miércoles, 13 de mayo de 2015

TRASTORNO PARANOIDE

El normal desarrollo de la personalidad puede ser alterado por un hecho fortuito que provoca un trauma o por otros factores. Este trastorno acompañara al que la padece toda su vida.

¿Qué es el trastorno de personalidad paranoide?
Es una alteración de la personalidad en la que se dan habitualmente episodios paranoides, es decir, momentos en los que el individuo siente desconfianza excesiva, está siempre en guardia y suelen interpretar las intenciones de los demás maliciosamente.
Quién padezca este trastorno no quiere decir que siempre vaya a estar exhibiendo un comportamiento o forma de pensar alterados, sino que se manifiestan  en determinadas circunstancias.
Cualquiera de nosotros puede sufrir uno de estos episodios sin necesidad de presentar un trastorno de la personalidad. No supone ningún inconveniente para la vida diaria.
El problema surge cuando estos episodios se producen de forma habitual y reiterada, tal que conllevará consecuencias negativas en su vida, tanto familiar como laboral y en sus relaciones interpersonales.

Síntomas del trastorno de personalidad paranoide:

  • Sospechar que los demás le van a hacer daño, se van a aprovechar de él o le van a engañar, sin que exista una base real que justifique este temor.
  • Preocupación excesiva sobre los verdaderos sentimientos de lealtad y fidelidad de sus amistades y compañeros de trabajo.
  • Exageración de las circunstancias normales, viendo peligro y amenaza por todos los lados.
  • Desconfianza excesiva en los demás por miedo a que utilicen la información que compartan en su contra.
  • Rencorosos.
  • Están siempre en guardia y terminan volviéndose resentido y hostil.
  • Hipersensibilidad.
  • Sospecha de infidelidad.
  • Incapaz de aceptar sus propios errores y debilidades.
  • Mantienen su autoestima atribuyendo sus deficiencias a los demás.
  • Suelen tener manías y persecutorias.
  • Problemas en las relaciones personales.
  • Suelen quejarse y protestar continuamente.
  • Aparentan ser fríos y no tener sentimientos de compasión.
  • Necesidad de ser autónomos y autosuficientes.